El estudio de la historia de España resulta fundamental por el carácter
vertebrador y coordinador que la Historia tiene entre las ciencias humanas pero, ante todo,
por su trascendental valor formativo. El conocimiento y la comprensión del pasado, desde una
perspectiva racional, abierta, objetiva y crítica, contribuye de manera decisiva a
desarrollar las destrezas necesarias para analizar y comprender el presente.
Paralelamente, permitirá al alumnado consolidar determinados valores y hábitos de comportamiento,
entre los que cabe destacar la autonomía personal, la toma de decisiones lógicas, una
actitud crítica frente a los diferentes tipos de fuentes documentales, el reconocimiento
de la diversidad de España, la valoración del patrimonio cultural e históricoartístico y
una sensibilidad especial hacia la sociedad actual y su problemática.
La materia Historia de España ofrece al alumnado que llega a la vida adulta una visión sistemática,
diacrónica y de conjunto de las estructuras, procesos y hechos históricos fundamentales que configuran
el Estado español; asimismo, tiene presente la pluralidad de España y su integración en un contexto
histórico más amplio, en especial el europeo y el iberoamericano. De ahí la importancia de contemplar
tanto los elementos compartidos como los diferenciales. En este sentido, y por lo que respecta a
la historia de Asturias, se hace especial hincapié en los contenidos que han tenido mayor repercusión
a nivel nacional (como la Monarquía Asturiana o la Revolución del 34), pero también en aquellos que
complementan la realidad histórica española, o que marcan contrastes con ella, y en los que explican
la singular riqueza del patrimonio histórico-artístico del Principado de Asturias; referencias que,
además, resultan clarificadoras para el alumnado, ya que están asociadas a su entorno más inmediato
y cercano.
La organización cronológica de la materia ha llevado a dividirla en doce bloques, precedidos por un
Bloque 0, común a toda ella, que se centra en el método histórico y en las fuentes documentales. Aunque
dominan los contenidos de historia contemporánea, también se ha querido dar relevancia a las
etapas anteriores: de este modo, el alumnado podrá distinguir y percibir la existencia de cambios
estructurales, el peso de los elementos heredados del pasado, el proceso de evolución histórica y
el origen de la pluralidad de la España actual. La prevalencia de los contenidos políticoinstitucionales
no dificulta, tampoco, que se comprenda con claridad la interrelación existente entre todos los elementos
que configuran el pasado de la humanidad: demográficos, económicos, sociales, políticos, culturales y de mentalidad.